Una visita al dentista

El día jueves 3 de Marzo los alumnos de 4to semestre del Instituto Universitario Franco Inglés de México asistieron a un par de conferencias, a excepción de una alumna.

Michelle Mejía, en vez de acompañar a sus compañeros de clase, tuvo que visitar con urgencia al dentista, ya que le incomodaba una de las muelas del juicio a tal grado que no podía ni comer bien.

Su día comenzó a las 9 de la mañana, cuando despertó para arreglarse para su cita, la cual estaba programada para las 10 de la mañana. En el transcurso de una hora, Michelle se arregló y desayunó lo más rápido que pudo.

Al llegar al consultorio a la hora acordada, la recepcionista le comunicó que el médico aún no había llegado y que tardaría unas cuantas horas para atenderla ya que faltaban unos cuantos pacientes que habían programado una cita mucho antes que ella. Un poco molesta, Michelle regresó a su casa media hora más tarde.

Mientras esperaba, decidió pasar el tiempo viendo una película llamada ‘‘El Resplandor’’. De esta forma, fue mucho más fácil para Michelle ignorar el dolor que le causaba la muela y distraerse mientras llegaba la hora de su cita.

Al terminar la película, unas dos horas después, se encaminó de regreso con el dentista, quien la atendió inmediatamente. Al explicarle la molestia que sentía, el médico no dudó en que sería una muela del juicio y sugirió quitársela de inmediato. Le colocó la anestesia y poco a poco Michelle dejó de sentir dolor. El dentista le recetó tres diferentes medicamentos y le prohibió hacer ejercicio, ingerir alimentos con semillas y que fueran muy grasosos, además, no podría comer nada con chile o alcohol al menos por tres días, algo que no le agradó mucho a Michelle ya que tenía una fiesta al día siguiente y no podría ir por esa razón.

Al salir de su cita con el dentista, Michelle pasó el resto de la tarde en su cama sin nada que pudiera hacer más que esperar a que el dolor sanara y la dejara dormir.

• Michelle Mejía