Cuidaba a sus tres niños, eran felices, los consentía de vez en cuando pero siempre los procuraba, como cualquier madre.
Pasó el tiempo y uno de sus hijos se fue, su hija le del medio, se fue; decidió marcharse ya que todo el tiempo discutían, sus personalidades chocaban bastante... pero a pesar de ello con sus dos niños también era feliz, ya que sin importar la distancia y los conflictos amaba a su niña que se alejó...
Pasó más tiempo y su hijo el más pequeño creció y también se marcho, no por discusiones ni otra clase de problemas, así, simplemente "era necesario"...
Su hija la mayor decidió quedarse a su lado, aunque discutían de vez en cuando, aunque creció, pasó lo que pasó, y su niña nunca se alejó.
Una separación, dos separaciones ¿Quien no se entristece por tesoros, incluso más importantes que si mismo? obviamente la madre entristeció, pero ese no fue el final, aun tenía el amor de su hija mayor.
Hace tiempo en los peores momentos de la familia, su hija la mayor le prometió que siempre estaría a su lado, porque es su madre, porque su madre siempre estuvo ahí para ellos, porque nunca les falló y nunca les fallará una madre... su hija siempre supo que su madre estaría ahí, a su lado y sobre todo siempre se tendrían una a la otra.
¡Feliz día de las madres! Las mujeres más fuertes del mundo.
Por: Mara Renata Cabrera Mendoza.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario